martes, 5 de febrero de 2008

Tal día como hoy...

Despiertas y descubres como aquello por lo que luchas casi no merece la pena. Tus parapados agotados reclaman sus minutos de descanso y tu mente se encuentra colapasada entre aquellos conceptos que te dicen que debes hacer y aquellos otros que te piden pensar en ti… No encuentras el sitio idóneo a tus sueños y la nube en la que danzabas felizmente comienza a desvanecerse ante tus pies… Disimular ya no vale tu esfuerzo y te diriges protestando hacia aquel lugar en el que no deseas estar… pero al que llegas con la mejor de tus sonrisas… Y los pequeños obstáculos que creías encontrar en tu camino, se convierten en trailers de pensamientos negativos sobre los que cruzar para llegar a un mismo punto… Desesperación describe tu estado de ánimo, aquel que se deteriora con el paso de los minutos, aquel que ayudas a empeorar con cada uno de tus actos. Y te repites constantemente que algo no funciona en tu vida, que ya estás harto de pensar que es cosa de la óptica con la que miras, que ya no quieres sonreír cuando lo que deseas es gritar, dejar de obviar todo aquello que te mantiene vivo y empezar a decir todo lo que no debería mantenerte en pie… Discutes contigo mismo, con tus amigos, con tus familiares y con todo aquel que te dirija la palabra, mientras te odias por no poder guardarte tus malos humos para tus momentos de soledad.. Pero piensas que no es justo, que la vida debería hacerte el camino más fácil… y aquí vuelves al mundo real. Imaginas cuantos pequeños desearían tener la tercera parte de lo que tu disfrutas, de cuantas vidas están destrozadas por algo más que un cúmulo de sensaciones y malos momentos y como la dimensión de tu sonrisa debería sobrepasar los límites del universo… Y todo vuelve a comenzar. Despertarás otro día con las mismas inquietudes y con el mismo mal sabor de boca y tras llegar al mismo punto de un día como hoy, las conclusiones no serán distintas… La vida continúa, hasta en los momentos que menos lo esperas.

miércoles, 23 de enero de 2008

Cuando me vaya

Nunca pensé que llegaría
Nunca creí en ese momento
Te cambia la vida
Sin que tengas nada para seguirla...
Te cambia y no piensas
En lo que te olvidas

Y te despiertas un buen día
Lo ves todo al revés
Miras atrás ves tu camino
El que hicieron tus pies...

Y mandas besos para todos
Los que volverás a ver
Tantos recuerdos enlatados
En fotos de carné
En lágrimas de ayer
En todos los momentos que a tu lado
Yo esperé...

Que cuando me vaya
No caiga una lágrima por mí
Que sólo quede la amistad...
Tantos sueños que recordar...

Que cuando me vaya
Y coja ese tren una vez más
Y ya no entre por mi ventana
Ese dulce olor a sal...

Que cuando me vaya... de aquí
De mi tierra, de mi gente
De mi tierra, la que me vió nacer
La que me vió crecer, la que me vió ganar
Y me enseñó a perder

http://es.youtube.com/watch?v=HqzSYyeSze8